HighLights, al sur del hard rock 70's.

Previa: Final 7-N. Villa de Bilbao 26. Metal.
Bilborock|Viernes 7 de noviembre. 20:00h. Gratis. 


"Estamos muy orgullosos de estar en la final" 
Tom Sawyer y Huckleberry Finn juegan, descalzos, a la orilla de un río. Se tiran manzanas. Se esconden. Suben a los árboles. El sol luce en un inmaculado cielo azul. Un vapor de ruedas surca las aguas. Hay una banda de rock n' roll duro luciendo riffs potentes pero contenidos. El sonido asciende y se funde con el hilo de humo que despide la chimenea del barco. Son HighLights, de Arrigorriaga, claro. Pero con un discurso que los sitúa, por derecho propio, en otra época. El viernes compartirán escenario y final del Villa metálico con The Descent y The Wizards.





HighLights es otra de esas emocionantes aventuras que rodea la odisea de ser una banda de rock n' roll en la era de internet. En la postapocalíptica era sin industria musical. Chavales que deciden que el mundo del bajo+guitarra+batería es su vida pese a saber que a cambio llegará poco, o nada. "HighLights existe por lo mucho que nos gusta tocar y lo bien que nos lo pasamos haciéndolo. Lo que venga de ahí en adelante, bienvenido sea", dicen ellos desde el otro lado del cable telefónico.

El cuarteto de Arrigorriaga que ensaya en Basauri nació en 2010 bajo otra formación y fue con la entrada de Miguel cuando cerró filas y se puso algo más seria. En la actualidad se encuentra dando los últimos retoques a "Storming the Gates", un EP que estará en la calle de aquí a final de año. Además, inmersos en otros proyectos, los muchachos de HighLights trabajan en un tributo a Thin Lizzy que llegará en enero. Y sin embargo, ni Thin Lizzy ni ninguna otra banda británica, de nacimiento o adopción, están presentes en un hard rock que sí centra esfuerzos y recopila referencias en los setenta pero lo hace al otro lado del charco. En los surcos de los viejos y polvorientos vinilos de Mountain, Gran Funk Railroad e incluso Lynyrd Skynyrd. Porque hay un halo sureño en su místico directo.

Y fue un directo el que los metió en la historia del Villa de Bilbao y, en cierto modo, en la historia de la música rock en Bizkaia. HighLights formarán parte de la primera final íntegramente vizcaína de la historia junto con The Wizards y The Descent. Otras dos bandas que subieron notablemente el nivel medio del certamen hasta convertir la final de la actual edición en una de las más memorables. HighLights no pueden ser más explícitos en su alegría: "Estamos muy orgullosos de haber alcanzado la final y así volver a tocar a Bilborock. Además compartiremos escenario con The Descent y The Wizards, gente que sabemos que comparten nuestras ganas y que tienen nivelazo".

En efecto, el nivel existe. Pero viene existiendo en los últimos años. La final con Quaoar y Neila, la que se llevó Raise To Fall... la de Gamorah.... buenos momentos protagonizados por bandas locales que demuestran que ha existido una regeneración no solo estilística, la calidad y la cantidad también han revitalizado la escena. "Creemos que el Villa es una buena oportunidad para que una banda novel como la nuestra se relacione con otras de la misma condición. Surge un intercambio interesante, nos damos a conocer y crecemos mediante los conciertos y todo lo que les rodea. Ya sean fotos, vídeos, artículos, entrevistas...", destacan, confirmando que el Villa, pese a su significado básico antinatura que obliga a bandas a competir cuando la música nunca debería ser competición, aporta y acelera un proceso de aprendizaje que todo el mundo necesita.

Porque el Villa, desde un planteamiento a contrapié, retroalimenta una escena de la que se nutre. Indudablemente, no como agente principal. Pero ahí entra Bilborock, como agente estelar, como nexo de unión entre muchos jóvenes con ganas de darle a la vieja fórmula del bajo+guitarra+batería. No obstante, Villa y Bilborock son un binomio indisoluble. Y que así sea. Las bandas que participan tienden a sentirse agradecidas, tanto si son locales como si no. La localización es espléndida y el sonido suele acompañar para englobar una experiencia profesional puntual. HighLights no es menos, "Nos presentamos al Villa por la oportunidad de tocar frente a un número considerable de personas y tener un concierto en Bilborock. Además de obtener algo de reconocimiento o algún premio en metálico que nos vendría brutal", afirman.

Claro que sí, hay una final, pero hay que disputarla. HighLights son tan favoritos como cualquiera. De hecho, si existe algún favorito, HighLights debería serlo. Al igual que The Wizards. En menor medida de The Descent, pero no sería la primera vez que en la final se dan las circunstancias necesarias para que quien menos apuntaba destacase y se llevase el primer premio. The Descent puede hacerlo. Pero para HighLights el resultado final no es ningún problema ya que "tanto participar en el concurso, como llegar a la final" les parece "una pasada". Precisamente, esa despreocupación por el resultado final los hace si acaso más apetecibles sobre las tablas de Bilbrock ya que afirman "ir con mucha fuerza al concierto final de este Viernes, a pasarlo tremendo". Se agradece.


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