3 LOQUILLO Y TROGLODITAS Los años convulsos (1981-2008)



“La mataré”, en su versión rumbera, barrió las listas de éxitos. Se trataba de una composición de Sabino Méndez con el clásico sentimiento trágico/navajero de las relaciones amorosas presente en la rumba. Disco de oro y reconocimiento masivo, conciertos en todas partes y aquí redoblamos las campanas por aquello de la vida en la carretera, las jeringuillas y las bolsas debajo de los ojos.

Inmediatamente después aparece "Morir En Primavera" (1988), que ya es cosa seria. Rodados, finos, más expertos y con Sabino Méndez tirando de descartes, muy enganchado a la heroína. En cualquier caso, Loquillo y Trogloditas se las arreglaron para editar su mejor disco hasta la fecha: la banda sonaba madura y reposada, y Loquillo parecía haber evolucionado hacia algo que se asemejaba a cantar. “Besos bobados” y “Todo el mundo ama a Isabel” eran rock guitarrero para estadios; la versión de “La Mala Reputación” de Georges Brassens, adaptada por Paco Ibáñez, adoptaba un aire de country rebelde; y luego estaba la mítica, nunca suficientemente ponderada “El rompeolas”. El último disco de Sabino Méndez con los Trogloditas, aunque ellos aun no lo sabían. Pero mira cómo era esto del playback en televisión:





LOS AÑOS CONVULSOS
Los Trogloditas se encuentran en la cima de su popularidad, pero como siempre dice el propio Loquillo, “cuando todo va bien es que algo va mal”. Tras el ascenso imparable al estrellato que la banda cultiva del 85 al 88, Sabino va a ser una baja de guerra, y no será el único. El guitarrista Ricard Puigdomenech empieza a tener problemas de oído por el volumen del sonido en los conciertos, y abandona de forma momentánea Los Trogloditas. A lo largo de la gira de "Morir en Primavera", Sabino sufre un desmayo en un concierto, y acuerdan su salida provisional, para tratar su adicción. "En los conciertos me bajaban la guitarra hasta que no podía escucharse", cuenta años más tarde el compositor. Pero no era un asunto de decibelios, sino un problema generalizado en España. Aunque, quizás, Los Trogloditas también fueron nº 1 en consumo de caballo.

Xavi Nuri Tacker, el guitarrista seleccionado para sustituir a Ricard, es reclutado deprisa y corriendo y se precipita la vuelta del propio Puigdomenech, para seguir con la gira. Al principio Loquillo se comportó como un auténtico capullo con Tacker, pero una tarde el tipo se tocó todo el repertorio sin pestañear, tras ir a muchos ensayos como parte del grupo de coleguitas que siempre rondaban por allí. Loquillo, consciente de que se estaba cerrando un ciclo en la banda, y ante la falta de compositores, decide editar un disco en directo. La vuelta momentánea de Sabino a los directos hace que el grupo toque con tres guitarristas, y se incorpora también el saxofonista Liba Villavecchia. Así, en diciembre de 1988, el grupo llena la sala Zeleste en Barcelona para grabar el concierto, que se editará con el nombre de "¡A por Ellos...! Que son pocos y cobardes!" (Hispavox, 1989). Antes de que el disco vea la luz, Sabino abandona Los Trogloditas de forma definitiva. Aunque está presente en la grabación, en los créditos del disco aparece como músico invitado, y no está en la foto de portada.


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